Las hemorroides forman parte del conducto anal, son estructuras vasculoelásticas que funcionan como almohadillas y son un mecanismo accesorio que aseguran el cierre del conducto anal. Existen tres paquetes hemorroidales situados en la zona lateral izquierda, anterolateral y posterolateral derecha. Las hemorroides son estructuras normales y aun observando que están aumentadas de tamaño, en ausencia de síntomas, no necesitan tratamiento.
Causas:
Existen varios factores asociados a la enfermedad hemorroidal, entre ellos se encuentra el estreñimiento, la herencia, la edad, el embarazo, el ejercicio, el clima e incluso usar ropa ajustada.
Clasificación:
De acuerdo a su localización pueden ser internas y externas y las internas se clasifican en 4 grados, los grados I y II son susceptibles a tratamiento medico y los grados III y IV generalmente requieren de un procedimiento quirúrgico.
Síntomas:
El síntoma mas frecuente es la rectorragia, generalmente es sangre roja fresca que mancha el papel higiénico y en ocasiones puede gotear durante o después de la defecación. El prolapso, comezón, sensación de inflamación y ensuciamiento o escape de moco son otros de los síntomas que se presentan en la enfermedad hemorroidal. El dolor se asocia a una complicación e la enfermedad (trombosis) o a una patología asociada.
Los pacientes pueden presentar periodos de agudización (crisis hemorroidal) en los que aumenta la comezón, el sangrado y la sensación de inflamación desencadenados por la ingesta de algunos alimentos y bebidas o estreñimiento. La trombosis hemorroidal externa se presenta con dolor en los primeros días y la presencia de un nódulo violáceo indurado en el margen anal, muy sensible al tacto. El prolapso hemorroidal interno trombosado se presenta con dolor, edema y prolapso de la mucosa anorrectal. El edema puede progresar a ulceración y necrosis.
Diagnostico:
Es fundamental descartar otras patologías, dentro de ellas el cáncer de recto. Se requiere realizar una exploración que deberá incluir anoscopía y en algunos pacientes rectosigmoidoscopía.
Tratamiento:
El tratamiento puede ser medico, procedimientos de consultorio y cirugía.
Tratamiento medico. Consiste en aumentar los líquidos y fibra en la dieta, así como también el uso de medicamentos formadores de bolo fecal y restricción de alimentos o bebidas irritantes para el recto y canal anal. El uso de cremas, pomadas y supositorios se recomiendas en los casos de agudización y no debe prolongarse su uso por mas de 1 semana, ya que esto puede provocar dermatitis perianal y atrofia cutánea. Los baños de asiento con agua tibia pueden tener un efecto relajante para el esfínter anal. El uso de venotónicos reducen el edema y el prolapso.
Procedimientos de consultorio. Las hemorroides de I, II y algunas de III grado, pueden ser tratadas mediante modalidades terapéuticas que consisten en fijar las almohadillas submucosas al músculo subyacente, previniendo con esto el prolapso durante la defecación. Dentro de estos procedimientos se encuentra la escleroterapia, ligadura con banda y la fotocoagulación. De estos tres procedimientosla ligadura con banda es el que mas se utiliza y con mejores resultados.
Cirugía. La cirugía solo se requiere en el 10% de los pacientes con enfermedad hemorroidal y se recomienda en pacientes que no mejoraron con el tratamiento conservador, en hemorroides grado III y IV o cuando hay patología asociada. Existen varias técnicas quirurgicas, pueden ser resectivas o no resectivas. Dentro de las primeras se encuentra la técnica de Ferguson, la cual consiste en resecar el tejido hemorroidal junto con el anodermo.
El uso de instrumentos selladores de vasos como el bisturí armónico o ligasure no ha demostrado diferencia en la calidad de vida de los pacientes, con respecto a la técnica convencional. El uso de engrapadora (PPH) se recomienda en pacientes con prolapso mucoso y hemorroides circunferenciales con poco componente externo.
Dentro de las técnicas no recectivas esta el uso de THD (transanal hemorrhoidal desarterialization) que consiste en identificar, mediante doppler, las ramas de la arteria hemorroidal, las cuales se ligan y se realiza una pexia de la mucosa prolapsada.
El uso de láser en enfermedad hemorroidal es una excelente opción quirúrgica. Hay estudios que han demostrado menor dolor postoperatorio y baja recurrencia de la enfermedad.